Aerolíneas Argentinas anuncia con bombos y platillos el traslado de más de 226.000 pasajeros durante el fin de semana largo de Carnaval, inflando un globo que busca ocultar la realidad de una empresa que el gobierno de Milei pretende desmantelar. Si bien las cifras pueden parecer auspiciosas, es necesario analizarlas en contexto y preguntarnos: ¿a qué costo se logran estos números?
La promoción de destinos turísticos locales es positiva, pero no podemos ignorar que el gobierno nacional busca sistemáticamente desprestigiar a la aerolínea de bandera, acusándola de ser deficitaria y de generar un gasto innecesario para el Estado. Sin embargo, Aerolíneas Argentinas cumple un rol fundamental en la conectividad del país, llegando a destinos que las empresas privadas no consideran rentables y garantizando el acceso al transporte aéreo a miles de argentinos.
El incremento del tráfico en la red de vuelos regionales es una buena noticia, pero no podemos olvidar que el gobierno de Milei ha implementado una política de cielos abiertos que amenaza con precarizar el mercado aerocomercial y poner en riesgo la viabilidad de Aerolíneas Argentinas.