Los costos de ser mujer en la Argentina libertaria

La eliminación de programas de asistencia, educación y salud han profundizado la sobrecarga de tareas de cuidado sobre las mujeres. La eliminación de subsidios y el aumento del costo de vida del último año también han impactado de manera desigual, afectando especialmente a madres, trabajadoras informales y sectores más vulnerables

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“Es importante clarificar que estamos viviendo un shock neoliberal, con un gobierno que está aplicando un ajuste de los más crueles de la historia”, apunta Luci Cavallero, socióloga e investigadora de la UBA, integrante del colectivo Ni una Menos. “Antes de la aplicación de este shock neoliberal ya había índices más altos de informalidad laboral en las mujeres, ahora nos encontramos con mujeres que tienen muchos más inconvenientes para salir de una situación de violencia, por el desmantelamiento de las políticas públicas, porque se hace imposible alquilar, pero también quienes tienen trabajo están en una situación de pluriempleo que creció muchísimo, para poder solventar todos los aumentos que hubo en tarifas públicas, en alquileres, y además hay una sobrecarga de trabajo de cuidado, porque el Estado se está retirando de la provisión y servicios públicos. Todo esto lo vemos profundizado en los hogares monomarentales en nuestro país. La última encuesta que hicimos con Inquilinos Agrupados nos dio que más del 60% de los hogares monomarentales tienen deudas para poder sustentar la vida cotidiana”, señala Cavallero.

Cecilia Bertolini es periodista y encabeza un hogar monomarental en Pinamar, donde cría sola a sus tres hijos. “Ser madre monomarental siempre fue duro desde todos los aspectos, económico y emocional pero ahora, con un gobierno nacional misógino nos impacta en mayor desigualdad por el desmantelamiento de las políticas públicas que podían ayudarnos. El sistema de redes de ayuda y contención está desarticulado, las madres no saben donde buscar asesoramiento jurídico gratuito sin los Centros de Acceso a la Justicia que el gobierno anterior estaba haciendo crecer en todo el territorio nacional y asesoraban, por ejemplo, para iniciar la demanda por incumplimiento de cuotas alimentarias. Estamos más solas. Y el dinero no alcanza, las condiciones materiales de existencia empeoraron, los alquileres y los servicios aumentan y no hay excepción para nuestra economía mensual. Empeoramos la calidad de vida, muchas madres debieron mudarse a casas de sus padres por no poder afrontar un alquiler”, enumeró Bertolini, que forma parte de la flamante Asociación Civil Monomarentales Argentina.

Al finalizar el primer año de gestión de Javier Milei sólo quedan vigentes 5 de 50 políticas de cuidado. El 90% fue recortado, desmantelado, derogado o está en riesgo, informa el último relevamiento de la mesa intersectorial La Cocina de los Cuidados.

“La eliminación de programas de asistencia, y los recortes en educación y salud han profundizado la sobrecarga de tareas de cuidado sobre las mujeres, quienes históricamente han sostenido estos espacios ante la falta de inversión pública. La eliminación de subsidios y el aumento del costo de vida también han impactado de manera desigual, afectando especialmente a madres, trabajadoras informales y sectores más vulnerables, que dependen de redes comunitarias para el cuidado de niños, personas mayores y con discapacidad”, coincide Karina Batthyány, directora ejecutiva de Clacso.

Discursos de odio y ataques
Lala Pasquinelli, artista visual y fundadora de Mujeres que no fueron tapa, pone el acento en otro aspecto que también tiene que ver con la vida de las mujeres en la era libertaria: los ataques que están sufriendo mujeres que tienen voz pública y son feministas. “Hoy esa conjunción es tremenda porque el hostigamiento no viene ya de los Influencers de derecha sino de quienes representan las máximas investiduras del gobierno. Entonces la violencia hacia nosotras está desbocada”, señala. Periodistas como María O’Donnell –por citar una– y artistas como Lali, han sido blanco recurrente de Milei.

“Desde el gobierno se difama, hostiga, maltrata a artistas y periodistas mujeres, y al mismo tiempo en esa acción, se legitima la violencia desde ahí para abajo. Si lo hace el Presidente, entonces lo puede hacer cualquiera. No podemos dejar de mencionar que desde el discurso del propio presidente en la cumbre de Davos que es un evento de temática económica las dos veces que concurrió utilizó su estrado para construir al feminismo como un enemigo de su plan de gobierno.”, agrega Pasquinelli.

“Los ataques violentos en los discursos del presidente sólo fomentan el odio y la discriminación”, coincide la científica Andrea Gamarnik.

“Es imperioso resistir: los movimientos feministas, la comunidad LGTBQ+, los científicos, los artistas, los trabajadores de la salud, los docentes, todos los trabajadores de nuestro país. Llegó el momento de unirnos, dejando de lado las diferencias, estamos frente a un gobierno que está destruyendo el futuro (y el presente) de nuestro país”, reflexiona Gamarnik

“Este 8 de marzo toca volver a hacer de la movilización un campo magnético que aglutine fuerzas para poner freno, para que el Basta Milei se haga sentir y retumbe”, plantea la activista feminista de La Revuelta, de Neuquén, Ruth Zurbriegger.

“Ser una mujer en la Argentina de Milei es difícil, pero siempre tendremos al feminismo como trinchera” propone Florencia Sabaté, de 25 años, coordinadora institucional de Mujeres x Mujeres, de Tucumán.

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