La fuga en la comisaría 10ª no es un hecho aislado, sino la consecuencia lógica de un sistema penitenciario al borde del colapso. Con 54 personas alojadas en un espacio para 20, las condiciones de hacinamiento son inhumanas y generan un clima de tensión constante. ¿Cómo pretenden que los presos se rehabiliten si viven en estas condiciones?
El propio ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, reconoció la gravedad de la situación y anunció traslados para descomprimir la dependencia. Sin embargo, esta medida es solo un parche que no soluciona el problema de fondo. ¿Cuándo van a construir nuevas cárceles? ¿Cuándo van a invertir en infraestructura penitenciaria? Parece que Pullaro prefiere gastar en propaganda antes que en seguridad.
Un prófugo que avergüenza: ¿quién responde por la falta de control?
La fuga de Gustavo Raúl Silva, a menos de dos semanas de su detención, es una muestra de la inoperancia policial y la falta de control en las comisarías. ¿Cómo es posible que un preso se escape tan fácilmente? ¿Dónde estaban los agentes de guardia? ¿Quién responde por esta negligencia?
Mientras tanto, los vecinos de Rosario viven con miedo y desconfianza. Saben que las comisarías están desbordadas y que la policía no tiene los recursos ni la capacitación necesaria para garantizar la seguridad.