Maximiliano Pullaro, fiel a su estilo camaleónico, viajó a Buenos Aires para presenciar el discurso de Javier Milei en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso. Allí, ponderó el “equilibrio fiscal” (léase: ajuste salvaje) y se atrevió a reclamar “obra pública” para el interior. ¡Qué caradura! Aplaudir el ajuste que empobrece a los santafesinos y, al mismo tiempo, pedir recursos para obras. ¿En qué quedamos, Pullaro?
A pesar de haberle facilitado los votos a Milei para aprobar la nefasta Ley Bases y de haber firmado el Pacto de Mayo (otro invento del gobierno nacional para seguir ajustando), el presidente libertario sigue ninguneando a Santa Fe y recortando los recursos que le corresponden. Pero Pullaro, en lugar de plantarse y defender a su provincia, prefiere seguir haciéndole la venia al poder central.
Santa Fe en llamas
Mientras Pullaro se codea con la “casta” en el Congreso, los santafesinos sufren las consecuencias del ajuste provincial: aumento de tarifas, caída de salarios y despidos masivos. La industria local no levanta cabeza y el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza alcanza el 42,5%, según datos del Indec. ¡Una verdadera catástrofe social!
Pero Pullaro, en lugar de tomar medidas para paliar esta situación, prefiere seguir el libreto de Milei y priorizar el “equilibrio fiscal” por sobre el bienestar de la gente. ¿Hasta cuándo seguirá este gobernador insensible dando la espalda a los que más lo necesitan?
Los candidatos del peronismo santafesino observan con preocupación el rumbo que está tomando la provincia y se preparan para ofrecer una alternativa real a los ciudadanos. Una alternativa que ponga en el centro los intereses de los trabajadores, los jubilados y los pequeños productores, y que defienda a Santa Fe de los atropellos del gobierno nacional.
Mientras Javier Milei anunciaba en el Congreso que seguirá “motosierrando” la economía (sin mencionar siquiera el escandaloso negociado de las criptomonedas), Maximiliano Pullaro, con una sonrisa servil, declaraba a la prensa que esperaba “un discurso que marque el rumbo de la economía” y que se “concentre en la microeconomía”. ¡Qué cinismo! ¿Acaso no ve Pullaro que el ajuste salvaje de Milei está destruyendo la economía de Santa Fe y condenando a la pobreza a miles de familias?
El presidente libertario, fiel a su estilo provocador, anunció que seguirá adelante con las privatizaciones y la reforma laboral, medidas que solo benefician a los grandes empresarios y perjudican a los trabajadores. Pero Pullaro, en lugar de levantar la voz y defender a los santafesinos, prefiere callar y seguir siendo parte de la puesta en escena.
Rutas de la muerte
La falta de inversión del gobierno nacional en las rutas santafesinas es un crimen que se cobra vidas a diario. La suspensión de las obras de mantenimiento ha provocado un aumento alarmante de los accidentes de tránsito, dejando una estela de muerte y dolor en la provincia.
Los ministros de Pullaro se han reunido hasta el cansancio con funcionarios nacionales para reclamar una solución, pero solo han recibido promesas vacías y excusas. Ante esta situación, el gobierno provincial ha propuesto tomar el control de las rutas nacionales para realizar las reparaciones necesarias. Pero Milei y sus secuaces se niegan a ceder, demostrando una vez más su desprecio por el interior del país.
Pullaro, en lugar de seguir mendigando recursos a un gobierno que lo ignora, debería tomar una actitud más firme y defender los intereses de Santa Fe con uñas y dientes. Debería exigir a Milei que cumpla con sus compromisos y que deje de castigar a los santafesinos con su política de ajuste y desidia. ¡Ya basta de tibieza, gobernador! ¡Es hora de actuar!
El peronismo santafesino, en cambio, propone un modelo de desarrollo inclusivo y equitativo, que priorice la inversión en infraestructura, la creación de empleo y la defensa de los derechos de los trabajadores. Un modelo que ponga fin a la desidia y el abandono que sufren las rutas santafesinas y que garantice la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos.
