La imagen de Carlos, jubilado de 75 años e hincha de Chacarita, siendo reprimido con gases y palos por las fuerzas de seguridad frente al Congreso, encendió la alarma en las tribunas. La escalada represiva del gobierno de Javier Milei contra las protestas de jubilados, que cada miércoles se manifiestan contra el ajuste en sus haberes, encontró una inesperada resistencia: las hinchadas del fútbol argentino.
Lo que comenzó como una muestra de solidaridad de los hinchas de Chacarita en defensa de Carlos, se transformó en un movimiento que trasciende las rivalidades deportivas. Cerca de una veintena de clubes, desde los grandes de Primera División hasta equipos del ascenso, anunciaron su participación en las próximas manifestaciones para evitar que las fuerzas de seguridad repriman a los adultos mayores.
“Estaría bueno que se convoque para todos los clubes. Es lo más cobarde que hay pegarle a un jubilado”, expresó un hincha de Chacarita, reflejando el sentir generalizado en las redes sociales y grupos de WhatsApp de las hinchadas.
Los Andes, Nueva Chicago, Tigre, River, Boca, Argentinos Juniors, Gimnasia y Esgrima La Plata, Atlanta, Ferro, Lanús, Almirante Brown, All Boys, Independiente, Racing, Tristán Suárez, Estudiantes de Buenos Aires, Rosario Central y Newell’s Old Boys son algunos de los clubes cuyos simpatizantes se han sumado a la convocatoria.
Las imágenes que circulan en redes sociales mezclan los escudos de los clubes con frases de Diego Maradona y fotos de Norma Plá, la emblemática jubilada que luchó contra las políticas neoliberales de los 90. Un símbolo de resistencia que resuena en un contexto de ajuste y pérdida de derechos para los adultos mayores.
La iniciativa de las hinchadas argentinas representa un nuevo actor en la protesta social contra las políticas del gobierno de Milei. Un gesto de solidaridad que demuestra que, a pesar de las diferencias futbolísticas, existe un denominador común: la defensa de los derechos de los jubilados y el rechazo a la represión.