El ministro de Economía, Luis Caputo, argumenta que el aumento de las tarifas es necesario para “mantener los precios y tarifas del sector en valores reales” y evitar un “deterioro” que amenace su “continuidad”. Sin embargo, esta justificación no convence a nadie. ¿Acaso el gobierno se preocupa por mantener los salarios y las jubilaciones “en valores reales”? ¿Por qué prioriza las ganancias de las empresas energéticas por encima del bienestar de la población?
El tarifazo impacta en todos los niveles: ¿quiénes son los más perjudicados?
El aumento de las tarifas de gas afectará a todos los usuarios, pero especialmente a los hogares de bajos y medios ingresos, que ya están sufriendo las consecuencias de la inflación y el ajuste económico. Si bien estos hogares cuentan con una bonificación en el precio del gas, esta bonificación solo cubre un determinado bloque de consumo. En caso de excederse en el tope previsto, deben pagar el costo pleno por la diferencia, lo que representa un golpe duro para su economía familiar.
Mientras tanto, las empresas energéticas se llenan los bolsillos: ¿hasta cuándo la impunidad?
Mientras los argentinos luchan para llegar a fin de mes, las empresas energéticas siguen acumulando ganancias millonarias gracias a los tarifazos autorizados por el gobierno. ¿Hasta cuándo vamos a permitir esta impunidad? ¿Cuándo se va a investigar el accionar de estas empresas y se van a establecer tarifas justas y razonables que tengan en cuenta la capacidad de pago de la gente?