Luego de un 2024 con cifras alarmantes, Rosario y la provincia de Santa Fe muestran en 2025 un marcado descenso en los casos de dengue. Mientras que el año pasado se registraron más de 7.500 contagios en la provincia, con Rosario como epicentro, en lo que va del año solo se reportaron 149 casos en todo el territorio santafesino. Si bien esta baja es una señal alentadora, no puede desligarse de las condiciones climáticas y del esfuerzo de municipios y organizaciones sanitarias, muchas veces sin el apoyo suficiente del Gobierno nacional, que ha recortado partidas en salud y desarticulado programas preventivos.
El impacto de las campañas de prevención
Uno de los factores centrales en la reducción de casos ha sido la continuidad de las campañas de prevención, llevadas adelante por municipios, centros de salud y organizaciones sociales, que han trabajado en la eliminación de criaderos de mosquitos y en la concientización de la población.
A pesar de los recortes presupuestarios impuestos por la gestión de Javier Milei, que golpearon de lleno a programas sanitarios esenciales, Santa Fe logró sostener acciones claves en el territorio. Sin embargo, las dificultades para acceder a insumos médicos y repelentes, sumadas a la falta de inversión en infraestructura sanitaria, podrían poner en riesgo la contención del brote a largo plazo.
El rol del clima y la dinámica del virus
Los especialistas también señalan que el descenso de casos responde en parte a la propia dinámica del virus y a las condiciones climáticas. Períodos de menores lluvias y temperaturas más bajas dificultan la reproducción del mosquito Aedes aegypti, lo que naturalmente reduce la circulación del virus. Sin embargo, este factor es coyuntural y no garantiza que la enfermedad no vuelva a expandirse en futuras temporadas.
La amenaza de los recortes en salud
El dengue es una enfermedad endémica en varias regiones del país y su control requiere una política pública sostenida, con inversión en infraestructura sanitaria, acceso a repelentes y campañas de prevención masivas. Sin embargo, las medidas de ajuste del Gobierno de Milei han golpeado fuertemente el sistema de salud, con reducción de presupuestos y falta de coordinación en estrategias nacionales.