Crisis en Newell’s: hinchas toman el club, la dirigencia se hunde y el fantasma de la violencia acecha Rosario

La crisis futbolística de Newell's estalló en una protesta masiva de hinchas que tomaron el club exigiendo la renuncia de la dirigencia de Astore. La bronca por la derrota en el clásico y el pésimo presente deportivo se suma a una larga lista de irregularidades que tienen al club al borde del abismo.

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El Parque Independencia en llamas: la pasión leprosa convertida en furia

Las imágenes de las fogatas y las banderas en el Parque Independencia son elocuentes: la paciencia de los hinchas de Newell’s llegó a su límite. La derrota en el clásico, las polémicas arbitrales y la falta de un proyecto deportivo serio colmaron el vaso y desataron la furia de una hinchada que se siente traicionada.

La toma del club es una medida desesperada, pero comprensible. Los hinchas exigen respuestas, transparencia y un cambio de rumbo urgente. ¿Podrá Astore capear este temporal o se verá obligado a renunciar? ¿Quién tomará las riendas de un club sumido en el caos?

Beligoy en la mira: el arbitraje como detonante de la bronca leprosa

Las polémicas arbitrales en el partido contra Barracas Central fueron la gota que rebalsó el vaso. El periodista Ariel Senosiain, reconocido hincha de Newell’s, no dudó en apuntar contra Federico Beligoy, el máximo responsable del arbitraje argentino, por las injusticias sufridas por su equipo.

La bronca contra el arbitraje es un reflejo de la desconfianza generalizada hacia las instituciones del fútbol argentino. ¿Cómo es posible que sigan ocurriendo este tipo de errores? ¿Quién controla a los árbitros? ¿Hay intereses ocultos detrás de estas decisiones?

¿Y Pullaro? Ausente ante la crisis institucional y la amenaza de violencia

Mientras Newell’s se hunde en el caos, el gobierno de Pullaro mira para otro lado. ¿Dónde están las autoridades para garantizar la seguridad de los socios y los vecinos del Parque Independencia? ¿Quién se hará cargo de prevenir posibles hechos de violencia?

La crisis de Newell’s no es solo un problema deportivo, sino también un problema social que requiere la atención urgente del Estado. Pullaro no puede seguir ignorando esta situación. Tiene que tomar cartas en el asunto y garantizar la paz y la seguridad en la ciudad.

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